Hay que reconocer que los profesores tienen una labor que en muchos países no se valora como se debe. Ellos son los encargados de darle una buena educación a los niños y de entregarles valores que los ayuden a desarrollarse como personas. Abdul Mallik es un ejemplo de perseverancia y demuestra verdadera vocación por su trabajo: no por nada cruza un río nadando cada mañana.
Él es de la India, del distrito de Kerala, y al tener que tomar dos buses y caminar más de 12 kilómetros, solía retrasarse para llegar a sus clases. Por esa razón es que está acostumbrado cruzar a nado el río Kadalundipuzha y acortar un poco su trayecto de 3 horas, así también logra ahorrarse dinero que luego utiliza para vivir en mejores condiciones.
Los niños lo admiran; todos lo han visto llegar con su ropa dentro de una bolsa, afirmado de algún objeto que le ayude a mantenerse a flote. Al llegar a la otra orilla, saca sus pertenencias de la bolsa y se viste para ir a impartir lecciones. Él espera que pronto pueda organizar clases de natación y hacerle ver a los niños la importancia del deporte en la vida.
Abdul hace esto hace muchos años y ya es conocido en el pueblo y, gracias a los medios, también su historia ha sido conocida en otros países. Eso produjo que obtuviera un reconocimiento en su ciudad y que también un doctor de Inglaterra le donara un bote de fibra de vidrio para que pudiera cruzar el río con mayor facilidad.
Mallik lleva cientos de kilómetros recorridos a nado, si se sacaran las cuentas de la distancia que ha nadado en toda su vida, esta cifra sería equivalente a más o menos 700 kilómetros. Su estilo de vida es realmente inspirador y de seguro incentivará a las autoridades a entregar mayores beneficios a trabajadores tan esforzados como él.
¿Qué opinas al respecto?
0 Comments