En una notable historia de amor y lealtad entre dos mascotas, una perra atrapada fue encontrada con vida una semana después de su desaparición. Todo gracias a la dedicación incansable de su fiel amiga que se negó a dejarle atrás.
Tillie la golden retriever y Phoebe, una basset hound habían salido a dar un paseo juntas por Vashon Island, Washington. No pudieron regresar a sus hogares, y su dueño, preocupado comenzó a buscarlas sin éxito. Se puso en contacto Amy Carey, voluntaria de ‘Vashon Island Pet Protectors’ la entidad protectora de animales de la zona, para obtener ayuda, quienes pusieron en su Facebook un anuncio con las perras perdidas. Día tras día, recorrieron la zona para detectar cualquier signo de las dos perras, pero sus esfuerzos fueron infructuosos.
No tenían idea que Phoebe había caído en el pozo de un barranco a varias millas de distancia de su hogar y era incapaz de subir de vuelta. Ella habría muerto seguramente antes de ser descubierta si no fuera por lo que Tillie hizo a continuación.
«Habíamos estado buscando alrededor de una semana cuando nos enteramos de un agricultor que se percató de un perro de color rojizo en su propiedad», y fuimos a investigar, dijo Carey a El Dodo. «Ella se acercó en silencio, intentando llamar la atención de algún humano, se dio la vuelta y se dirigió de nuevo hacia este barranco. Entonces, me decidí a ir a ver que pasaba.» En ese momento, Carey vio algo que nunca olvidará.
«Cuando llegué allí, Tillie me vio pero no vino corriendo», dijo Carey. “Se quedó justo al borde de esta cisterna, acercando la cabeza tanto como podía. Si hubiera salido corriendo, quizá nunca nos habríamos dado cuenta de que Phoebe estaba ahí abajo. Simplemente se quedó ahí, dejando claro que teníamos que ir hasta ella para ver a su compañera.”
Efectivamente, era Phoebe, exhausta después de su largo calvario. «Cuando vi lo que estaba pasando, las lágrimas no se hicieron esperar. Fue tan conmovedor», añadió.
Aunque Tillie se podría haber aventurado fuera y encontrar su camino de regreso a casa, ella pareció entender que si se iba, nadie iba a encontrar a Phoebe. En cambio, ella soportó una semana al aire libre, donde quedó atrapada su amiga, probablemente haciendo incursiones en los alrededores con la esperanza de que alguien la seguiría.
«No sabíamos dónde iba a ser», dijo Carey. «Eran millas de distancia del lugar en el que se habían visto antes. Fue gracias a Tillie quien iba muy puntualmente y se dejaba ver por esta persona. Es por eso que los encontramos, es realmente increíble.»
Ambos perros se encontraban en buen estado de salud, evitando la deshidratación gracias que bebieron agua de lluvia durante la semana que estaban perdidos.
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«Una vez que salieron, se notaban muy felices. Cuando su dueño vino por ellos, oyeron su voz a la distancia, y sólo podía ver su alivio, dijo Carey. «Fue muy conmovedor, pero de una manera no sorprendente, dado lo que sabemos sobre los perros como amigos leales. Estábamos muy agradecidos de encontrarlos a salvo.»
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