Siempre que vemos dinosaurios en las películas, aparecen emitiendo temibles rugidos. Pero, ¿podemos saber qué tipo de sonidos emitían los dinosaurios?
Como bien sabemos, los rugidos que escuchamos en las película de dinosaurios están creados por ingenieros de sonido a partir de una mezcla de sonidos modernos. Por ejemplo, el grito del T-rex de Parque Jurásico es en realidad una mezcla de sonidos de un bebé elefante, un tigre y un cocodrilo.
No es fácil estudiar los sonidos de los dinosaurios», expresó Lindsey Zanno, profesor asistente de paleontología de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, de acuerdo a lo consignado por Discovery News.
El experto explica que «los vertebrados generalmente vocalizan con los tejidos blandos, y estos raramente se conservan en el registro fósil», así que los científicos no pueden examinarlos.
Los cocodrilos y las aves, dos primos evolutivos modernos de los dinosaurios, usan tejidos blandos para emitir sonidos. Los profundos sonidos vibrantes utilizados por los cocodrilos y otros reptiles proceden de la laringe. De un modo muy similar a nuestras cuerdas vocales, el aire de los pulmones hace vibrar pliegues de tejido para crear sonidos más bien intimidantes que suenan así. Las aves, por otra parte, usan una estructura llamada siringe, que es parecida a la laringe pero que probablemente ha evolucionado de forma independiente. Eso significa que los rugidos y los cantos de los gallos pueden tener diferentes orígenes evolutivos. Una, ambas o ninguna de esas estructuras pueden haber estado presentes en varias familias de dinosaurios.
Por lo tanto, la dificultad de averiguar más al respecto radica en la falta de animales mejor conservados, con el fin de poder estudiarlos. Sería muy diferente, si el hielo los hubiera mantenido criogenizados de forma natural, como ha ocurrido con algunos mamuts, como el bebé mamut Lyuba, que se conservó intacto bajo el hielo siberiano.
«Creo que podemos decir con seguridad que hacían ruidos, pero no podemos decir cómo sonaba», agrega Mark Norell, experto de paleontología del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, añadiendo que considera este tema «realmente especulativo». Hoy por hoy, se desconoce qué sonidos emitían los dinosaurios.
A pesar de que no se conoce cómo funcionaba su tejido blando, su enorme tamaño y fiereza, aunque los había de distintas dimensiones y algunos eran pacíficos y hervíboros, lleva a pensar que no eran animales mudos, precisamente.
El tema sigue estando abierto y cualquier afirmación no deja de ser una hipótesis. Una incógnita que la ciencia todavía no ha logrado resolver, pero de no encontrarse respuesta científica, seguramente la imaginación seguirá haciendo de las suyas.
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