Los científicos dicen que estamos hechos para ahorrar energía, adaptando nuestros movimientos para que sean lo más aerodinámicos posible. En otras palabras, nacemos perezosos.
Investigadores de la Universidad de Simon Fraser de Vancouver, equiparon a un grupo de hombres y mujeres con un exo-esqueleto y los hicieron caminar. El resultado fue que los sujetos cambiaron las características fundamentales de su marcha; características que se han establecido con millones de pasos a lo largo de su vida. Todo esto, para ahorrar energía.
El estudio se centró en la dinámica de caminar, pero los investigadores canadienses dijeron que la idea probablemente se aplica a otros tipos de ejercicio.
Encontramos que la gente adapta su modo de caminar, incluso en respuesta a muy pequeños ahorros energéticos. Lo hicieron en cuestión de minutos, a pesar de haber establecido su propio estilo de caminar particular en las últimas décadas.

Jessica Selinger, una de las investigadores, dijo: «Aquellos de ustedes que pasan horas en el gimnasio con el objetivo de quemar tantas calorías como sea posible pueden decepcionarse al saber que al mismo tiempo, su sistema nervioso está subconscientemente trabajando en su contra.»
«Esto es completamente coherente con el sentido de que la mayoría de nosotros preferimos hacer las cosas de la manera que nos represente menos esfuerzo, como cuando elegimos el camino más corto a pie, u optar por sentarnos en lugar de estar de pie.
«De esta manera le proporcionamos una base fisiológica para la pereza, al demostrar que, incluso dentro de un movimiento perfectamente ensayado, como caminar, el sistema nervioso controla inconscientemente el uso de energía y de forma continua re-optimiza los patrones de movimiento en una búsqueda constante de avanzar lo más lento posible.
Creemos que reducir al mínimo el costo energético es un principio que guía la mayor parte de nuestros movimientos».
El descubrimiento es también un golpe para aquellos que comen una segunda ración de postre o una galleta de chocolate extra con la creencia de que van a eliminar con rapidez las calorías adicionales.
Sin embargo, no todo es pesimismo. Los científicos dijeron: «Hay un lado positivo en esto, detectar y optimizar el uso de energía en forma rápida y precisa es una hazaña impresionante en la parte del sistema nervioso. ¡Tienes que ser inteligente para ser tan perezoso!».
Parece que al fin tenemos una excusa perfecta para «olvidarnos» de ir al gimnasio o levantarnos tarde los fines de semana.
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