El cometa Lovejoy seguramente haría feliz a muchas personas en la Tierra: despide el equivalente a 500 botellas de vino cada segundo, según un reciente estudio liderado por el experto Nicolas Biver del Observatorio de París, Francia.
Este descubrimiento marca la primera vez que alcohol etílico, el mismo que se usa en las bebidas alcohólicas, se ha observado en un cometa. Lovejoy también está dejando por el espacio moléculas de glicoaldehído, un tipo de azúcar, de acuerdo con las observaciones de Biver, cuyo reporte ha sido publicado el 23 de octubre en la revista Science Advances.
El equipo de Biever encontró 21 moléculas orgánicas del cometa. Según un comunicado hecho por la Nasa:
«El hallazgo se suma a las evidencias de que los cometas pueden haber sido una fuente de moléculas orgánicas completas necesarias para el surgimiento de la vida en la Tierra».
“El resultado definitivamente promueve la idea de que los cometas llevan una química muy compleja”, comenta Stefanie Milam del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA y coautora del estudio.
Pero, ¿cómo lograron los investigadores determinar lo que tenía un cometa que va volando libre por el espacio? Simplemente, esperaron a que se pusiera muy, muy caliente. Esto ocurrió el pasado 30 de enero cuando Lovejoy estuvo en su punto más cercano al sol. La luz solar causó que las moléculas del cometa brillaran a diferentes frecuencias. Los científicos usaron un telescopio de 30 metros de radio en Pico Veleta, en la Sierra Nevada de España, para analizar esas frecuencias y determinar así la composición del cometa.
El cometa Lovejoy, que antes se llamaba C/2014 Q2, fue descubierto por el astrónomo aficionado Terry Lovejoy en agosto de 2014. Fue uno de los más brillantes y más activos cometas desde el Hale-Boop en 1997. El cometa se pudo ver en los primeros meses de este año, pero ya se ha alejado de la Tierra.
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